viernes, 27 de abril de 2012

Fahrenheit 451

¿Se han preguntado alguna vez que sería del mundo sin libros? 



Ray Bradbury responde a esto con una gran obra literaria denominada Fahrenheit 451. Trata sobre una realidad distópica en donde leer y/o poseer libros está prohibido. Es la historia de Guy Montag, un bombero cuyo trabajo es quemar libros. Éstos no están permitidos porque hacen infeliz a la gente. Guy comenzará a sentir curiosidad por los libros e intentará aprender de ellos.
Altamente recomendable, una realidad que se puede concretar en algún futuro, una obra que deja mucho que pensar y tiene vigencia a pesar de que fue escrita en 1953.
Dada ya una breve e inexacta descripción quería presentarles un pasaje del libro que me parece muy ilustrativo, aclaro que está recortado para que solo se vea el punto que quiero tratar.  
Dice así: 
Tapa del libro.
“¿Cuándo comenzó todo esto, te preguntas, este trabajo, cómo se organizó, cuándo, dónde? Bueno yo diría que comenzó realmente en una llamada Guerra Civil. Aunque según nuestro reglamento fue fundado antes. Pero en verdad no progresamos hasta que apareció la fotografía. Luego las películas cinematográficas, a principios del siglo veinte. La radio. La televisión. Las cosas comenzaron a ser masa. Y como eran masa se hicieron más simples. En otro tiempo lo libros atraían la atención de unos pocos, aquí, allá, en todas partes. Podían ser distintos. Había espacio en el mundo. Pero luego el mundo se llenó de ojos, y codos, y bocas. Doble, triple, cuádruple población. Películas y radios, revistas, libros descendieron hasta convertirse en una pasta de budín, ¿me entiendes?”(…) “Píntate la escena. El hombre del siglo diecinueve con sus caballos, sus carretas, sus perros: movimiento lento. Luego, el siglo veinte: cámara rápida. Libros más cortos. Condensaciones. Digestos. Formato chico. La mordaza, la instantánea.”(…) “Los clásicos reducidos a audiciones de radio de quince minutos; reducidos otra vez a una columna impresa de dos minutos, resumidos luego en un diccionario en diez o doce líneas. Exagero, por supuesto. Los diccionarios eran obras de consulta. Pero muchos sólo conocían de Hamlet un resumen de una página en un libro que decía: Ahora usted puede leer todos los clásicos. Lúzcase en sociedad. ¿Comprendes? Del Jardín de infantes al colegio y de vuelta al jardín de infantes. Ese ha sido el desarrollo espiritual del hombre en los últimos cinco siglos.”(…) “Cámara rápida Montag. Rápida. Clic, pic, ya, sí, no, más, bien, mal, qué, quién, eh, uh, ah, pim, pam, pam. Resúmenes, resúmenes, resúmenes. ¿La política? Una columna, dos frases, un titular. Luego, en pleno, aire, ¡todo desaparece! ¡Las manos de los editores, explotadores, directores de radio bombean y bombean, y la mente del hombre gira con anta rapidez que el movimiento centrífugo lo libra de todo pensamiento inútil, de días y días a mal gastados!"
Preocupante de alguna manera. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste un tiempo para reflexionar? ¿La vida avanza más rápido de lo que debería? Nos entregamos fácilmente a las respuestas que nos dan los demás, nunca verificamos si lo que se nos dice es la verdad, esto es NOCIVO para la sociedad, para nuestro futuro. Si continuamos con esta mentalidad entregaremos el control de nuestras propias vidas a otras personas. Disfrutá de la libertad que nos queda, pensá en lo que digo tal vez logres ver lo que quiero decir.




Escrito por Sebastián Montoli

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