Estación Passa Quatro. |
Fue un intercambio de culturas, se notó la diferencia, ellos creían mucho en Dios y concurrían a música seguido. Ellos escuchaban música extraña. Visitamos una fábrica de agua, dado a que allí si hay algo que abunda es el agua. Particularmente Sebastián y yo nos hicimos unos muy buenos amigos ya que compartían muchos gustos musicales con nosotros y regresamos a Uruguay diciendo "Nunca fuimos tan felices". Estábamos incomunicados, a nadie le funcionaba el celular y eso lo hizo aun más interesante, no podíamos entrar a Internet. Allí hay mucha naturaleza y las calles, de adoquines, son muy empinadas tanto que volvimos mas musculosos... Caminamos, caminamos mucho y fue alentador recibir ese aire puro que aquí en Montevideo muchas veces falta. De caminar tuvimos mucho pero no hubo cosa más linda que visitar una especie de cascada pequeña en la que nos metimos, donde habían unas arañas tremendas, pero puedo asegurar que nunca me divertí tanto como ese día.
Algunos amigos a orillas de la cascada. |
Yo creo que literalmente, hemos vuelto pero nuestro corazón se quedo en Brasil. Un poco tristes por el adiós pero la verdad es que ni bien vinimos comenzamos a juntar dinero para volver y yo por lo menos espero volver en el mes de febrero a visitar a mis hermanos brasileros, su religión, su música su diversión y sus locuras.
Lo malo de todo realmente fue que después de una semana "para la joda" hemos tenido que estudiar y mucho para recordar exactamente que estábamos haciendo en el liceo, pero por suerte, a los dos nos va muy bien en el liceo.
Nuestra señora Aparecida |
Probamos también una variedad de comidas y frutas, y aprendimos que en Brasil aquello que no puede faltar en una buena comida son porotos con arroz, acompañado de algo que varía. Tomamos Guaraná (no era de mi agrado), también probamos la Fanta de uva que todavía no ha llegado a nuestro país, bailamos al ritmo de su música extraña y nos divertimos mucho con una banda que tenían en su liceo que tocaban y cantaban muy bien. En fin, recomendable esta ciudad, para los amantes de la tranquilidad tiene muy pocos habitantes, mucha naturaliza y las personas son muy tranquilas. Es un viaje que no dudaría en repetir y solo resta esperar, porque ya estoy con un pie en Brasil, como todos los que fuimos lo estamos, 100% recomendable.
Realizado por Agustina Soca
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